Según Anju Malhotra, Vicepresidente del área de Investigación, Innovación e Impacto del Centro Internacional de Investigación sobre la Mujer, existen principalmente tres características que se deberían de tener en cuenta.

En primer lugar, defiende la importancia de conocer un área de trabajo en profundidad, ya sea te temáticas relacionadas con temas de género, de niñez, de derechos humanos, entre otros.  A pesar de que se reconoce la importancia de tener un conocimiento general de todos los temas, ella cree en la preponderancia de saber un tema en particular muy bien.

La segunda habilidad destacada es una formación sólida en evaluación. Defiende la importancia de tener un buen entendimiento y conocimiento de los métodos cualitativos y cuantitativos que se han estado utilizando para realizar prácticas de monitoreo y evaluación efectivas.

Por último, destaca que un buen evaluador debería de tener la capacidad de “poder pensar” y contar con una capacidad conceptual desarrollada. Esto se refiere a la habilidad de poder pensar metodológicamente y poder adquirir una mirada global y panorámica de la realidad, entendiendo el contexto que se está estudiando.

Como conclusión, Anju Malhotra defiende que estas habilidades se adquieren combinando una buena preparación académica, con un trabajo de campo y de experiencia extendido.

El artículo completo aquí.