La Economía del Comportamiento es aplicada en la actualidad en un conjunto amplio de ámbitos sociales y políticos, con el objetivo de mejorar la efectividad de las acciones y profundizar en la comprensión de los motivos que influyen en las decisiones de los ciudadanos. En una entrada previa de este blog, repasamos los principales aspectos de esta metodología y sus avances, como así también las principales aplicaciones a políticas públicas.
En general, estas intervenciones han sido llevadas a cabo hasta el momento por agencias específicas de países europeos (como el BIT del Reino Unido) y suponen una alianza entre académicos y funcionarios para diseñar políticas innovadoras. Para ello se desarrollan metodologías como RCTs para testear la intervención en una prueba piloto, para luego escalar las acciones en el caso en que los resultados sean favorables.
Sin embargo, la aplicación de estas metodologías y los aprendizajes alcanzados no se limitan al ámbito público: tanto fundaciones internacionales, como empresas de la nueva economía con propósito y ONGs pueden beneficiarse de la mejor comprensión del proceso de toma de decisiones de los agentes, para lograr así mejores resultados en sus acciones. Este cambio de enfoque les permitiría entender de mejor manera tanto a su público objetivo como a los principales stakeholders en terreno, cuyas acciones son clave para el éxito de las intervenciones sociales, económicas y ambientales.
No obstante esta posibilidad de mejora, muchas veces las organizaciones del sector social poseen recursos limitados, que dejan poco margen para la aplicación de estas metodologías costosas en recursos y tiempo. Esta realidad es aún más relevante en Latinoamérica y el Caribe, donde la dependencia de la Cooperación Internacional resulta vital para sostener las acciones.
Pero más allá de esta realidad, creemos que muchos aprendizajes pueden ser incorporados al diseño e implementación actual de los programas sociales de la región, sin incurrir en costos elevados que disuadan a las organizaciones de su implementación. Para ello, resulta fundamental identificar intervenciones que puedan ser replicadas o servir como ejemplo para nuevas acciones.
Con el espíritu de aportar a la incorporación de esta metodología, presentamos a continuación un resumen de los aprendizajes en diversas temáticas sociales, económicas y ambientales.
Empleo Juvenil
La incorporación de jóvenes al mercado de trabajo es uno de los desafíos más importantes para el crecimiento sostenido de los países de Latinoamérica. ZIGLA apoya a la Iniciativa NEO y a la Fundación Forge en acciones fortalecimiento juvenil en la región.
En busca de incrementar los efectos de las acciones actuales, resulta pertinente analizar las posibilidades que presenta la metodología de Economía del Comportamiento para ayudar a incrementar la empleabilidad en la región. Para ello, se puede repasar la evidencia presentada en el informe del Banco Mundial sobre intervenciones exitosas en esta materia. Algunos de los principales aprendizajes recogidos en el documento son:
Educación
Existen intervenciones de costo reducido en el sistema educativo, que han probado ser efectivas para cambiar comportamientos en los alumnos. Algunos ejemplos son:
Salud
En las intervenciones de salud se han probado distintos beneficios derivados de brindar información a los pacientes. En particular, se comprueba que clientes más informados toman mejores decisiones con respecto a su atención médica. Algunos ejemplos son:
Donación / Filantropía
En ZIGLA hemos incorporado esta metodología a diversas iniciativas de Latinoamérica y esperamos poder seguir contribuyendo a su expansión en la región. En próximas notas vamos a volver sobre esta metodología, para contar los aprendizajes y las experiencias que hemos vivido en su aplicación.